Estudio de la actividad enzimática digestiva de la langosta de agua dulce Cherax quadricarinatus (Decapoda, parastacidae)
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Fecha
2004Autor
López López, Silverio
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Una de las especies de crustáceos que en los últimos 10 años ha despertado el interés en los acuacultores es la langosta de agua dulce o acocil, Cherax quadricarinatus, especie de Australia que se introdujo a México en los noventas. Esta especie tiene un cultivo relativamente sencillo, a pesar de ello, el aspecto de nutrición no se conoce bien aún. En la acuacultura la alimentación es uno de los factores de mayor preocupación para el productor, además de ser uno de los rubros mas costosos de la producción. El aporte adecuado de nutrientes asegura un buen crecimiento y salud a los organismos, sin embargo, para lograr esto debe tomarse en cuenta que cada organismo tiene diferentes necesidades nutricionales, así como distintas capacidades para asimilar el alimento. Por esta razón, si conocemos estas capacidades, podremos proporcionar el alimento más adecuado y reducir gastos en el cultivo de los organismos.
Se hizo un estudio sobre la actividad enzimática digestiva en juveniles de la especie Cherax quadricarinatus. Se evaluó, mediante bioensayos la respuesta enzimática digestiva de los organismos después de someterlos a diferentes tratamientos.
El primer ensayo consistió en la elaboración de siete alimentos artificiales, utilizando distintas harinas de origen animal y vegetal (calamar, langostilla, pescado, sorgo, soya y trigo) sustituyendo un 15% de este ingrediente en un alimento basal de referencia, con el propósito de observar la respuesta enzimática digestiva. De los alimentos probados, los que tuvieron un mayor porcentaje de inclusión de harinas de pescado (60% PC), sorgo y trigo favorecieron el crecimiento. No se encontró una correlación entre el crecimiento y la actividad enzimática digestiva.
El segundo ensayo consistió en proporcionar siete alimentos con diferente nivel de proteína (20, 26, 32, 38, 44, 50 y 56%). Se encontró que el alimento con 32% de proteína produjo la mas alta TCR. La respuesta enzimática proteolítica total fue mayor para los organismos que recibieron los alimentos con 26, 32, 38 y 44 y 50% de proteína al final del experimento. Altos niveles de proteína en el alimento redujo la actividad proteolítica. La actividad amilasa se redujo al final del experimento, pero la actividad lipasa aumento para el mismo periodo.
El tercer y cuarto ensayos de este trabajo consistieron en la caracterización in vitro de la actividad enzimática digestiva (amilasas, lipasas y proteasas). Se avaluaron las actividades ante diferentes condiciones: temperatura, concentración de NaCl, pH, termoestabilidad, inhibidores y activadores. En general las actividades óptimas de las todas las enzimas evaluadas, fue entre 35 y 50 °C, de 100 mM de NaCl, pH de 5 hasta 8.5, la mayoría de los metales probados inhibieron la actividad enzimática, el EDTA y el ión calcio produjeron en algunos casos inhibición, pero en otros favorecieron la actividad.
Se evaluaron actividades de proteasas específicas. Se encontró actividad tipo tripsina y quimotripsina, carboxipeptidasa A, no se encontró carboxipeptidasa B ni leucinaminopeptidasa. La actividad proteasa fue inhibida por el SDS, PMSF, pero no fue inhibida por el TLCK, TPCK y ZPCK.
Por otro lado, se evaluó la actividad esterasa-lipasa del hepatopáncreas, sometiendo el extracto crudo de este órgano ante diferentes sustratos (compuestos derivados α y β naftil y p-nitrofeniles de ácido graso) de distintas longitudes de cadena. La actividad lipasa disminuyó conforme aumentó la longitud del ácido graso. Utilizando geles de poliacrilamida en gradiente se encontraron 4 isoenzimas con actividad hidrolítica (43, 46, 63 y 118 kDa) y al menos una de ellas fue considerada como verdadera lipasa.
El quinto ensayo consistió en ver la respuesta enzimática digestiva de dos grupos de animales, uno fue alimentado y el otro se mantuvo en ayuno durante su ciclo circadiano. Se encontraron dos picos máximos de la actividad amilasa, durante la noche y al amanecer; mientras que la actividad lipasa y proteasa no mostraron ningún patrón definido de actividad. El comportamiento de las actividades (lipasa y amilasa) en los organismos alimentados y no alimentados se observó un poco desfasada, pero no fue diferente estadísticamente, tampoco se encontraron diferencias significativas en el consumo de alimento durante el periodo de muestreo.
Este estudio contribuye el conocimiento básico de la biología de la especie, así como a comprender los mecanismos de producción enzimática digestiva, que sirvan como criterios en la elaboración de alimento y el manejo óptimo del alimento acordes con las capacidades digestivas y comportamiento de esta especie de importancia comercial.