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Interacciones suelo-atmósfera de CO2, H20 y balance energético en un ecosistema costero del desierto de Baja California y su relevancia en el cambio global
dc.contributor.advisor | Oechel, Walter C. | |
dc.contributor.advisor | Muhlia Melo, Arturo F. | |
dc.contributor.author | Hastings, Steve John | |
dc.date.issued | 2005 | es_MX |
dc.identifier.uri | http://dspace.cibnor.mx:8080/handle/123456789/514 | |
dc.description.abstract | En muchos ecosistemas del mundo, incluyendo pastizales, sabanas, bosques boreales, de pinos, caducifolios, tropicales y regiones mediterráneas, además de la tundra ártica, se han realizado cálculos del intercambio neto entre ecosistemas [NEE por sus siglas en inglés] de evapotranspiración del CO2 (ET) y equilibrio energético. Aunque se han hecho diversas comparaciones entre la producción primaria neta (PPN) de pastizales y llanuras desérticas áridos y semiáridos, salvo escasas excepciones, se nota una carencia de cálculos tanto de NEE como de equilibrio energético. El objetivo de este estudio es caracterizar los flujos anuales y estacionales de carbono y energía de un ecosistema de llanura desértica, mediante el uso de la técnica de covarianza eddy [remolino] para determinar la susceptibilidad del sistema a las diversas cantidades de precipitación a lo largo de distintos periodos. Las mediciones se iniciaron en julio de 2001, un año con 339 mm de precipitación, muy por encima del promedio a largo plazo, el cual es de 174 mm, y precedido por dos años de precipitación por debajo del promedio (50 y 62 mm). A lo largo de dos años completos de mediciones, la precipitación fue de 147 y 197 mm en 2002 y 2003, respectivamente. En general, durante el tiempo en que se realizaron las mediciones, la mayor parte de la precipitación cayó entre agosto y septiembre. El sitio era un sumidero de –39 gC m-2 y-1 en 2002 con una absorción relativamente alta a principios de año y una reducción después de la escasa precipitación de septiembre. Esto contrasta con 2003, cuando el ecosistema repuntó –52 gC m-2 y-1 concentrados en el otoño, después de lluvias importantes en agosto y septiembre. Lo más probable es que, los años con precipitación pluvial extremadamente baja resultaran en pérdida de carbono, mientras que un fortalecimiento del punto máximo secundario típico invernal en la precipitación (notablemente ausente durante los dos años en que se registraron las mediciones) pudiera prolongar la absorción hasta la primavera, y dar por resultado una mayor acumulación de carbono. El sistema parece protegerse contra las variaciones en la precipitación anual gracias al agua almacenada en tallos y raíces. La evapotranspiración (ET) promediada a lo largo de dos años (2002 y 2003) fue de 269 mm, en comparación con un promedio de precipitación pluvial de 229 mm en 2001-2003. A pesar del hecho de que 2002 fue un año de sequía, las precipitaciones de años anteriores (2001) pudieron recargar lo suficiente las capas más profundas del suelo, además de la naturaleza suculenta de los arbustos del lugar, de tal modo que los niveles de la ET se mantuvieron similares en 2002 y 2003. La ET, calculada mensualmente, varió de 0.22 mm día-1 en junio de 2003 a 2.22 mm día-1 en septiembre de 2003. La radiación neta (Rn) se dividió principalmente en calor sensible, excepto durante los monzones de verano, pero siempre se mantuvo en un rango de 60-90% de la cantidad de calor total, mientras el flujo de calor del suelo fue siempre de 2-3%. Los valores de la relación de Bowen (ß) se tomaron del 22 de junio de 2003 al 1 de septiembre de 2003. El coeficiente Priestly-Taylor () varió de 0.06 a 0.54 en junio y septiembre de 2003, respectivamente. El factor de desacople (Ω) indicó un control fisiológico fuerte sobre el sistema durante los periodos de sequía de marzo-agosto (0.07-0.14), mientras que durante y después de las lluvias monzónicas, las limitaciones físicas cobraron mayor importancia (0.22-0.53). | es_MX |
dc.language.iso | Español | es_MX |
dc.publisher | Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C. | es_MX |
dc.title | Interacciones suelo-atmósfera de CO2, H20 y balance energético en un ecosistema costero del desierto de Baja California y su relevancia en el cambio global | es_MX |
dc.type | Tesis | es_MX |
dc.documento.id | hastings_s | es_MX |
dc.documento.inst | CIBNOR | es_MX |
dc.dirtesis.grado | Doctorado en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales | es_MX |
dc.dirtesis.disciplina | Ecología | es_MX |
dc.dirtesis.universidad | Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C. | es_MX |
dc.dirtesis.facultad | Posgrado en Recursos Naturales | es_MX |
dc.documento.fecha | 2006-04-03 | |
dc.description.abstracten | Estimates of net ecosystem exchange (NEE) of CO2 evapotranspiration (ET) and energy balance have been measured on a variety of ecosystems world wide including grasslands, savannahs, boreal, pine, deciduous, Mediterranean and tropical rain forests as well as arctic tundra. While there have been numerous comparisons between net primary productivity (NPP) of arid and semiarid grasslands and shrublands, notably lacking are estimates of both NEE and energy balance with only a few exceptions. The objective of this study was to characterize the seasonal and annual carbon and energy flux of a desert shrub ecosystem using the eddy covariance technique to determine the sensitivity of the system to the timing and varying amounts of precipitation. Measurements began in July of 2001, a year with 339 mm of rainfall, considerably above the long-term average of 174 mm and preceded by two years of below average rainfall (50-62 mm). Over the two complete years of measurements, precipitation was 147 and 197 mm in 2002 and 2003 respectively. In all years, the majority of the precipitation fell between August and September. The site was a sink of –39 gC m-2 y-1 in 2002 with a relatively strong uptake in the early part of the year and reduced uptake after the sub optimal rainfall in September. This contrasts with 2003 when the ecosystem took up –52 gC m-2 y-1 concentrated in the fall after significant rain in August and September. Likely, extremely low rainfall years would result in a carbon loss while a strengthening of the typical winter secondary peak in precipitation (notably absent in the two years of measurements) may extend uptake into the spring resulting in more carbon accumulation. The system appears to be buffered against variations in annual rainfall attributed to water storage in the stems and roots. Evapotranspiration (ET) averaged over two years (2002 and 2003) ET was 269 mm compared with an average rainfall of 229 mm from 2001-2003. In spite of the fact that 2002 was a drought year, the previous years rainfall (2001) sufficiently recharged deeper soil layers in addition to the succulent nature of the shrubs on site such that levels of ET remained similar in 2002 and 2003. Calculated on a monthly basis, ET ranged from 0.22 mm day-1 in June of 2003 to 2.22 mm day-1 in September of 2003. Net radiation (Rn) was primarily partitioned into sensible heat except during the summer monsoons but always ranged from 60-90% of the total heat budget while ground heat flux was always 2-3%. Bowen ratio (ß) values ranged from 22 in June of 2003 to 1 in September of 2003. The Priestly-Taylor coefficient () varied from 0.06 to 0.54 in June and September of 2003 respectively. The decoupling factor (Ω), indicated strong physiological control of ET during the dry periods of March-August (0.07-0.14) while during and following the monsoon rains, physical limitations played a large role (0.22-0.53). | es_MX |
dc.documento.subject | covarianza eddy; ecosistema de matorral del desierto; Baja California; México | es_MX |
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