Variables que influyen en la distribución y abundancia de rapaces diurnas y en la ubicación de sus sitios de anidación en Cuba
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Fecha
2015Autor
Ferrer Sánchez, Yarelys
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Los procesos que determinan patrones de distribución y abundancia de las especies, así como la riqueza y composición específica, no pueden actualmente describirse e interpretarse de manera correcta sin tener en cuenta variables de intrusión humana en los ecosistemas. Es importante entender que los efectos y patrones reconocidos en zonas continentales pueden diferir de lo que sucede en islas neotropicales donde se ha encontrado que la intensidad de la actividad humana puede alterar de manera más significativa la estructura original y la riqueza de las comunidades de aves, afectando fuertemente a las especies endémicas. En contraste, en las regiones templadas y continentales muchas especies de aves han sido beneficiadas. A pesar de estos efectos, los estudios en islas neotropicales son limitados, sobretodo en aves rapaces que tienen 17 especies amenazadas (N=73 especies de rapaces Neotropicales). Esta falta de patrones identificables en la respuesta de las rapaces a los cambios de hábitat ha conllevado a una controversia beneficio/afectación de las especies. La respuesta de aves rapaces especialistas/generalistas ante la intervención humana no se ha definido de manera clara en islas neotropicales. Se diseñó un estudio en al isla de Cuba para probar dos hipótesis. Primero, que las rapaces diurnas en un ecosistema isleño se ven afectadas por la actividad humana en su abundancia, distribución y localización de sus sitios de cría pero los efectos negativos de la pérdida de hábitat y la fragmentación son más intensos y frecuentes sobre rapaces especialistas que sobre las generalistas. Predecimos que diferentes intensidades de actividad humana y fragmentación modificarán, de manera diferencial, las respuestas de las especies en cuanto a su distribución y abundancia. Segundo, la actividad humana en las áreas naturales y modificadas disminuye la riqueza específica de las aves rapaces en la isla a diferentes escalas espaciales. A partir de esto predecimos que la riqueza específica de rapaces será mayor en áreas naturales sin intervención humana que en las altamente modificadas y fragmentadas y que la tendencia sería igual que en el Continente, pero tal vez con mayor efecto por las relaciones más estrechas al hábitat de las especies endémicas. Además, la actividad humana y la heterogeneidad del ambiente modificarán la relación especies-área (en los fragmentos), contrario a lo establecido en la teoría de biogeografía de islas. En este estudio se determinaron las variables ambientales y antropogénicas que influyen en la presencia y abundancia de aves rapaces diurnas, así como en su selección del hábitat de anidación en la isla de Cuba. Durante las etapas reproductiva y no reproductiva de 2012 y 2013, por un lado se realizaron conteos de rapaces diurnas en 229 puntos de observación y tres trayectos en áreas naturales y modificadas de un humedal de la región central de la isla de Cuba. Por el otro lado, se hicieron búsquedas intensivas de sitios de anidación de las rapaces diurnas con un esfuerzo de muestreo de 84 días/hombre (N=3), 672 h y 660 km. La presencia de especies con pocos registros, la presencia/ausencia y abundancia de otras cinco especies, así como la selección del sitio de anidación de un especialista y un generalista de recursos fue modelada sobre la base de variables explicativas que se obtuvieron de mapas de uso de suelo y vegetación e imágenes de satélite. Modelos de nicho ecológico (Maxent), modelos lineales generalizados (GLM) y regresiones logísticas fueron ajustados usando variables ambientales y de actividad humana como predictores que pueden influir sobre las especies y se consideraron distintas escalas de análisis, representando los niveles local y de paisaje (local, 1, 2 y 5 km). Además, estas variables se correlacionaron con matrices de riqueza de rapaces en búsqueda de algún patrón de asociación. Se determinó el éxito reproductivo y la productividad de especies seleccionadas y se modeló la distribución potencial de las áreas de anidación. Las rapaces mostraron una fuerte variación en relación a las transformaciones del hábitat, con menor riqueza, abundancia y densidad en las zonas más transformadas. Se registraron 11 especies (Accipiter gundlachi, Buteogallus gundlachii, Pandion haliaetus, Rostrhamus sociabilis, Falco sparverius, Falco peregrinus, Falco columbarius, Caracara cheriway, Circus cyaneus, Buteo jamaicensis y Cathartes aura), la mayoría en zonas naturales. Un número similar de especies se observaron en la vegetación costera y los pastizales. Se detectaron nueve especies en las zonas agrícolas, mientras que diez fueron detectadas en bosques naturales. Se identificó un gradiente especie-hábitat que mostró que las especialistas/endémicas (Accipiter gundlachi, Buteogallus gundlachii, Pandion haliaetus, Rostrhamus sociabilis) tienden a ocurrir en áreas naturales, las especies “intermedias'' (Falco peregrinus, Falco columbarius, Caracara cheriway, Circus cyaneus) se presentan mayormente en zonas moderadamente modificadas, mientas que las especies generalistas (Falco sparverius, Cathartes aura) en zonas muy modificadas. Las diferentes intensidades de actividad humana y fragmentación modificaron, de manera diferencial, la respuesta de las especies en cuanto a su distribución y abundancia. La respuesta de las especialistas ante la modificación de los ecosistemas fue negativa, asociándose su presencia y abundancia a ambientes naturales principalmente y siendo más sensibles a la pérdida de hábitat adecuado en el paisaje. Para las especies endémicas, las variables significativas de los modelos se relacionan directa o indirectamente con requerimientos específicos de hábitat y de dieta. Las generalistas mostraron relaciones no negativas con variables de fragmentación del hábitat, mismas que se asocian con los sitios de forrajeo abiertos y la intensidad de modificaciones de hábitat que soportan. Hubo una selección a múltiples escalas para muchos elementos del hábitat que incluyeron variables de configuración y composición del paisaje y de actividad antropogénica, y en la escala de paisaje explicaron más variación de los datos. Por otro lado, existe una mayor probabilidad de encontrar un nido de Buteogallus gundlachii en sitios húmedos, de paisajes simples con pocos parches de vegetación costera. Además, estos nidos aparecerán en parches de mangle de tamaños similares, con formas simples, dentro de paisajes de manglar homogéneo, poco diverso y con poca riqueza de otros tipos de hábitat (poca heterogeneidad espacial). La probabilidad de encontrar un nido de Falco sparverius aumenta en la medida que el paisaje sea más diverso y que contenga mayor cantidad de parches de mangle. La riqueza de rapaces no depende del área de los parches de vegetación ni del aislamiento que exista entre estos, más bien se relacionó con una menor distancia a los pastizales y a los cultivos y mayor a las zonas urbanas, en conjunto con la cantidad de hábitat natural adecuado en el paisaje. Paisajes más heterogéneos beneficiaron la riqueza de especies generalistas y disminuyeron la probabilidad de presencia de especies especialistas. Los procesos antropogénicos condicionaron los patrones de distribución de la riqueza, basados en la composición de especies comunes y raras, mediante el incremento de la prevalencia de especies comunes en los ensambles de rapaces, independiente de los cambios en la riqueza de especies y la desaparición de las especies raras. Estos efectos dependen de la escala de análisis. Por ejemplo, a nivel de paisaje no hubo asociación aparente entre la riqueza de especies y las variables ambientales y antropogénicas, solamente hubo asociación para las escalas de 1 km y 2 km. Los mapas de distribución potencial de especies amenazadas y de áreas de anidación analizados en conjunto con los límites de áreas protegidas (AP) identificaron sitios prioritarios para el estudio y la protección de las rapaces. Se discuten propuestas de cambios en la extensión de las áreas protegidas para la conservación de las rapaces, sobre todo de las raras. En condiciones de insularidad, el cambio de uso del suelo genera graves amenazas para las rapaces endémicas y especializadas, lo que compromete seriamente su conservación.