Reintroducción y variación poblacional de Urosaurus nigricaudus (Reptilia: squamata) en una zona fragmentada del desierto de B.C.S.
Abstract
La fragmentación del hábitat implica la creación de parches o fragmentos que varían en su forma, tamaño, borde y su grado de aislamiento, rodeados de una nueva matriz de vegetación en este caso es una matriz agrícola. Las consecuencias de la fragmentación del hábitat se pueden observar de manera importante en la pérdida de biodiversidad entre otros. Se sabe que puede afectar de forma distintas a las especies generalistas y especialistas, y por su capacidad de dispersión. El efecto en las especies que se ven afectadas negativamente es primordialmente la reducción de su tamaño poblacional, resultando en poblaciones pequeñas sobre las que hay presiones por estocasticidad ambiental, la estocasticidad demográfica y por último la perdida de diversidad genética. Estas presiones y factores hacen a las especies con poblaciones pequeñas más vulnerables, provocando extinciones locales. En 1981, se propuso el término Población Mínima Viable (MPV) que se refiere al número mínimo de individuos en una población que le permita persistir por un número de años (100 años) resguardando el 99% de su información genética. Este concepto es posible utilizarlo en programas de manejo y reintroducción de especies. Una herramienta utilizada para tratar de revertir los procesos de extinción es la reintroducción o translocación de poblaciones de especies. Éstos son en esencia procesos de movilización y liberación (en otros sitios) de individuos de especies que se encuentren en riesgo o que tengan tamaños poblacionales muy bajos o de especies que hayan sido extirpadas o extintas en la naturaleza. El objetivo de estos programas es reforzar la probabilidad de permanencia y supervivencia de pequeñas poblaciones. En el Valle de Santo Domingo, Baja California Sur existe un área que hace aproximadamente 55 años comenzó a fragmentarse para el desarrollo de actividades agrícolas. En estudios previos hechos en la zona se sabe que la fragmentación afecta la riqueza y la permanencia de los reptiles en los fragmentos del matorral. La especie de lacertilio Urosaurus nigricaudus se ha registrado en poblaciones pequeñas en parches grandes mientras que en parches pequeños ha sufrido procesos de extinción local. Para entender los factores que producen la extinción local, se hizo un experimento de reintroducción de poblaciones de U. nigricaudus en cuatro parches seleccionados dentro del área fragmentada del Valle de Santo Domingo. Se estimó la supervivencia de las “poblaciones reintroducidas”, y se evaluó el potencial efecto de la presión de depredación y la abundancia de alimento potencial sobre la supervivencia de las poblaciones reintroducidas. Se colectaron 100 machos y 100 hembras adultas de U. nigricaudus de su hábitat natural continuo, se marcaron cada uno y se reintrodujeron en los 4 fragmentos seleccionados, poblaciones de 50 individuos (25 machos y 25 hembras). Se realizó un monitoreo durante 6 ocasiones en distintos meses. Con los datos de recaptura se determinó la supervivencia de las 4 poblaciones en cada parche utilizando el programa MARK. Se evaluó la riqueza y abundancia de depredadores y del alimento potencial disponible, a través de la colecta de artrópodos. La supervivencia estimada en los parches fue alta pero el número de parejas remanentes en dos de los parches se redujo en un 50%, mientras que en los otros dos parches se redujo el 26% de parejas. Se observó para el parche 1, una supervivencia de φ = 0.98, permaneciendo el 52% de las parejas, para el parche 2, permaneció el 48% de las parejas y hubo una φ = 0.91; para el parche 3, permaneció el 64% de las parejas, con φ = 0.95; y para el parche 4, 64% de las parejas permanecieron, y con una supervivencia de φ = 0.97. Se encontró que a mayor abundancia de depredadores, la supervivencia tiende a disminuir, con el alimento, a mayor disponibilidad de alimento potencial el valor de supervivencia es más alto. Después de 8 meses de seguimiento de las poblaciones, se concluye que la supervivencia de U. nigricaudus fue elevada, y que la presión de los depredadores así como el alimento potencial disponible se relacionan en efecto con la supervivencia de las poblaciones.