Ecología térmica de Bipes biporus (Squamata: Amphisbaenia) en Baja California Sur

Abstract

La temperatura juega un papel fundamental en todos los aspectos ecológicos de los reptiles. Estos han desarrollado estrategias conductuales para mantener su temperatura corporal dentro de un intervalo óptimo y realizar sus actividades cotidianas. Este intervalo, así como sus temperaturas corporales suelen variar según las condiciones ambientales y la época del año. Los estudios de termorregulación y uso del hábitat son primordiales en el entendimiento de la ecología y los requerimientos de los reptiles, sobre todo, para anticipar los efectos que los procesos como el cambio climático y la fragmentación del hábitat puedan tener sobre sus poblaciones. Desafortunadamente, este tipo de trabajos se han concentrado solo en las especies conspicuas dejando de lado a los organismos menos evidentes como a las especies fosoriales. Estos últimos aprovechan que la heterogeneidad del suelo propicia la formación de microclimas particulares en función de las características intrínsecas del sustrato y su asociación con elementos superficiales. Para este trabajo se determinó la ecología térmica y el uso de hábitat de Bipes biporus, modelo de estudio que se eligió debido a sus hábitos secretivos, conducta fosorial y hábitat con alta variación en la temperatura a lo largo del día y del año. Particularmente, se evaluaron los índices de termorregulación propuestos por Hertz et al. (1995) durante la temporada seca (enero – junio) y lluviosa (julio – diciembre) en el “El Comitán”, La Paz, B. C. S. En campo se obtuvieron las temperaturas corporales (Tc), las temperaturas operativas (To) y datos estructurales del hábitat. En el laboratorio se evaluó la temperatura seleccionada (Tsel) utilizando un gradiente térmico vertical. La Tc de B. biporus fue de 31.9°C y el intervalo de Tsel de 26.8 a 31.4°C. Los resultados no mostraron diferencias significativas de los requerimientos térmicos entre la temporada seca y lluviosa. Para los índices se obtuvo un promedio de 4.5 para la precisión termorregulatoria, 3.2 para la calidad térmica del hábitat y un valor de -0.4 para la eficiencia térmica; sin diferencias entre las estaciones del año. Por otro lado, B. biporus tiene mayor afinidad por habitar bajo los mezquites, con una diferencia significativa con respecto de otros sustratos y no parece habitar a grandes profundidades, salvo en los casos donde la cobertura vegetal es escaza. La calidad térmica del hábitat para B. biporus es buena, lo cual se refleja en una baja eficiencia, demostrando así que no dedica mucho esfuerzo a termorregular, además su conducta indica la evasión voluntaria del intervalo de Tsel cuando éste está disponible en el ambiente, debido a otros elementos como la presencia de depredadores o la abundancia de alimento.