Evaluación de la actividad antagónica de levaduras marinas para el control de hongos fitopatógenos en grano de maíz y su potencial probiótico e inmunoestimulante en caprinos
Abstract
Para el consumo humano la calidad de cualquier alimento está en función de su aportación nutrimental, así como también el que posea efectos benéficos para la salud, por lo que la leche es uno de los alimentos más completos para el ser humano. La leche de cabra como sustituto de la tradicional leche de vaca, es fuente importante de energía, proteína de alta calidad, vitaminas y minerales, además es una estrategia útil para abordar el problema de la desnutrición, especialmente entre la población infantil. Considerando los sistemas de explotación para la producción caprina, se debe conocer con más detalle la capacidad de la vegetación nativa como especies forrajeras y su efecto sobre las características físico-químicas de la leche de cabra. El objetivo del presente trabajo fue determinar la composición química de especies forrajeras asociadas al agostadero de una zona semiárida y su relación con la composición química de la leche de cabras criollas en un sistema de explotación extensivo. El estudio se realizó en el rancho “El Bajío” ubicado en el ejido El Centenario, municipio de La Paz, Baja California Sur, con ganado caprino criollo en condiciones de producción extensivas. Durante 12 meses se colectaron muestras de forraje de las especies vegetales consumidas por las cabras, al mismo tiempo se tomaron muestras de leche de 15 cabras criollas clínicamente sanas y alimentadas en pastoreo bajo condiciones de agostadero. Los resultados mostraron un efecto significativo de los cambios estacionales del año sobre la composición química de las especies forrajeras del agostadero en la zona, haciendo evidente la presencia de dos épocas claramente diferenciadas, una de buena calidad forrajera, en las estaciones de otoño e invierno y otra de menor calidad forrajera durante primavera y verano, ambas estrechamente dependientes de la época de lluvias. A excepción del contenido de fibra cruda, la composición química de la leche de cabras mostró variación a través del año en todas las variables evaluadas, lo cual es probable que se deba a los cambios en la composición química de las especies forrajeras del agostadero consumidas por las cabras a través del año. La primavera parece ser la estación más hostil del año para las cabras, debido a la escasez de agua y alimento disponible; sin embargo se observó una amplia utilización de flores de cactáceas y vainas, lo cual sólo se presentó en esta estación, evitando una disminución drástica en la composición nutritiva de la dieta. Las cabras en libre pastoreo seleccionaron y consumieron una dieta que fue variable en la composición de especies de plantas durante las estaciones.