Paleoclimatología del Noroeste Mexicano
Abstract
La mayoría de los registros climáticos del noroeste de México inician en 1940 o 1960, por lo que la información sobre la variabilidad climática está limitada solamente a unas cuantas décadas. Para entender mejor la variabilidad climática de la región, se recopilaron y analizaron los estudios paleoclimáticos realizados en la región, que presentaran datos desde el Pleistoceno tardío hasta el presente. Ya que la dendrocronología brinda información paleoclimática de alta frecuencia (anual o estacional), se desarrolló un análisis dendrocronológico del pino piñonero Pinus lagunae de la Sierra de La Laguna, a partir del cual se obtiene una serie que abarca un total de 165 años (de 1840 a 1997). Con ella se reconstruyó la precipitación de septiembre a julio (r = 0.71, p 0.0001, n = 56). En la serie de precipitación reconstruida se aprecia la influencia de los eventos ENSO, y es precisamente en 1983, cuando sucede uno de los eventos El Niño más fuertes, el año más húmedo de la reconstrucción. Cuatro de los años más húmedos ocurrieron en asociación con ese evento (1905,1912, 1919 y 1983). Por su parte, el 71% de los eventos de La Niña están relacionados con años con precipitaciones menores al promedio. En la serie reconstruida se aprecia un periodo de sequía prolongada de 1939 a 1958, lo cual podría suponer que la gran sequía que se dio en el suroeste de Estados Unidos inició antes en Baja California Sur. Los anillos de crecimiento de P. lagunae se correlacionaron fuertemente con la precipitación invernal de Sonora, Sinaloa y gran parte de Baja California Sur por lo que la reconstrucción nos indica también la variabilidad de su precipitación invernal. Los datos climáticos del norte de la península de Baja California, zona que presenta un clima de tipo mediterráneo, no se correlacionaron con el resto de la región.
En la reconstrucción de la precipitación de invierno-primavera desde 1647 a 1992 de la región de Chihuahua, se utilizaron 6 dendrocronologías de madera temprana del abeto Pseudotsuga menziesii . Primero se calibraron datos de precipitación adquiridos de la base de datos Hulme de 1949 a 1992 con los datos de las dendrocronologías, obteniéndose un modelo lineal utilizado para verificar la precipitación de 1901 a 1948. Este proceso mostró una fuerte correlación entre los datos de precipitación calculados con las dendrocronologías y los observados en la base de datos (r = 0.74, p 0.01). Por lo que el modelo pudo utilizase para reconstruir la precipitación de invierno-primavera de Chihuahua. En la serie reconstruida, los 5 años más secos en orden de severidad correspondieron a 1974, 1954, 1742, 1980 y 1820, siendo el periodo más largo de sequía en la serie de 346 años de 1948 a 1956. La frecuencia dominante en la serie reconstruida fue de 4 años, cayendo en la banda de frecuencia de los eventos ENSO, además que se correlacionó significativamente con el Indice de Lluvias Tropicales que está relacionado con el ENSO (r = 0.58, p 0.001). Se observan diferencias de influencia de las teleconexiones del ENSO en el noroeste de México ya que cuando se relacionó el índice del ENSO con la serie reconstruida en periodos de 20 años la correlación varió de r = 0.68 a r = 0.43.
A pesar de que las series obtenidas de la Sierra de La Laguna y de Chihuahua mostraron la influencia de los fenómenos del ENSO, la correlación entre ellas, aunque significativa es baja, ya que son afectadas por diferentes factores climáticos. Debido al ambiente árido de la región, los eventos de La Niña resultan ser importantes ya que están relacionados con sequías, las cuales causan más daños en ambientes áridos. Los estudios dendrocronológicos son de utilidad para reconstruir no sólo el clima, sino diversos procesos ecológicos, por lo que su aplicación debería extenderse mucho más en México, ya que es un país rico en recursos forestales y con un gran potencial para investigación. La reconstrucción climática realizada en la región noroeste de México es importante también para entender diversos fenómenos históricos y sociales, y precisamente por éstos últimos será importante utilizar la información generada en esta investigación, como base para la elaboración de modelos de predicción climática confiables.
Esta investigación contribuye de alguna manera para ir complementando el rompecabezas mundial de información paleoclimática, donde los trópicos han estado muy pobremente representados, así también los Modelos Globales de Circulación podrán ser ajustados con las particularidades de cada región.