Factores ecológicos y antropogénicos que influyen en el estatus del berrendo peninsular (Antilocapra americana peninsularis) : La estrategia para su recuperación
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Fecha
2005Autor
Cancino Hernández, Jorge de Jesús
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Dentro de la ecología, en el área de la biología de la conservación, este trabajo aborda la problemática que tienen las poblaciones pequeñas, con distribución restringida y con afectación de su hábitat, tomando como análisis de caso al berrendo peninsular (Antilocapra americana peninsularis). Las poblaciones pequeñas presentan altas probabilidades de extinción por el desbalance de sus parámetros demográficos y genéticos que las vuelven frágiles, así como también por los factores determinísticos y estocásticos que operan de manera más significativa. En la variabilidad poblacional que tienen las especies por parámetros demográficos propios, se deben considerar los cambios que pueden tener las poblaciones por la variación espacio–temporal y por las fluctuaciones en los parámetros debidas a la forma en que opera la variabilidad ambiental. Se deben considerar asimismo los cambios que ocurren por factores determinísticos, tales como las actividades humanas, y la interacción con los factores de tipo estocástico. El efecto de algunos de los factores puede ser aditivo, pero el de otros es sinérgico. Hay ciertos elementos que pueden tener mayor efecto tales como las catástrofes y, en algunas poblaciones en particular, la variabilidad genética. El tamaño de la población del berrendo peninsular es menor de 250 individuos. Ese es el tamaño que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza usa como criterio para determinar que una especie está en la categoría de “riesgo crítico”, así como las consideraciones de su distribución restringida y las fluctuaciones extremas en el número de adultos reproductivos. Dada la necesidad de evaluar el riesgo de extinción y las tendencias poblacionales, se utilizó un modelo de simulación (VORTEX) que considera tanto los factores demográficos como los determinísticos, y los cambios en las presiones humanas sobre la población del berrendo peninsular. En este trabajo de tesis se utilizó el concepto “reproducción de apoyo”, definido como “la práctica de apoyar poblaciones silvestres débiles con la liberación de individuos que fueron reproducidos en cautiverio”. El manejo en cautiverio del berrendo peninsular se inició en 1998 en el Desierto de Vizcaíno, Baja California Sur. Para el año 2000 el pie de cría consistía de 22 animales capturados. Las principales preguntas que se abocan en este trabajo son: ¿Cómo han afectado las actividades humanas a la distribución original del berrendo peninsular? ¿En qué grado de riesgo de extinción se encuentra la población silvestre del berrendo peninsular? ¿Cómo afectó la extracción que se hizo de un número determinado de animales (n=22) a la población silvestre, siendo ésta pequeña? ¿El manejo en cautiverio de individuos de berrendo peninsular puede disminuir las expectativas de extinción de la población silvestre? Se estima que la distribución histórica del berrendo peninsular se ha reducido aproximadamente en un 90%; de 40,000 km2 que ocupaba ahora se restringe a 5,000 km2. Las principales causas de esta disminución son de origen antropogenico; transformación del hábitat y cacería ilegal. Los primeros resultados de las simulaciones indican claramente que la pequeña población de berrendo peninsular se encuentra en serio riesgo de extinción, ya que si la población silvestre se reduce a menos de 100 individuos su tasa de crecimiento es negativa (r=-0.037). La supervivencia de las crías es de los factores más relevantes. Al cambiarlo del 70% de mortalidad al 80%, la tasa de crecimiento es r=-0.103 y la probabilidad de extinción es de P(E)=0.84. La variación en la mortalidad de las hembras también es importante, con un nivel del 15%, la probabilidad de extinción fue P(E)=0.572. El efecto de la sequía se incluyó afectando la proporción de hembras reproductivas y al simular que no se presentasen, se obtuvo que la tendencia poblacional fue al incremento, con una P(E)=0.002. La tendencia a la extinción cuando se combinaron hasta tres factores fue muy alta y generalizada (con P(E) hasta del 96%). Hay una clara correspondencia de la modelación del crecimiento de la población cautiva con el crecimiento real que ha tenido la misma. Las simulaciones que consideran una “nueva población” silvestre que se generaría por la liberación de un grupo producido en cautiverio muestran resultados positivos en el sentido de que puede llegar a ser una población estable o con crecimiento. Se ha denotado asimismo que la introducción de nuevos individuos a la población silvestre tendría un efecto positivo pues se incrementa su tamaño poblacional. A partir de estos resultados de la simulación es posible considerar que la reproducción de apoyo con la cría en cautividad puede ser importante como medida de manejo para disminuir el riesgo de extinción de esta pequeña población. Es probable entonces que la cría en cautiverio con todos los cuidados necesarios para no improntar a los berrendos y su posterior liberación a la población, pueda ser un factor decisivo que evite la extinción del berrendo peninsular.