Indicadores bioquímico-fisiológicos de calidad larvaria y postlarvaria de camarón blanco Litopenaeus vannamei
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Fecha
2001Autor
Hernández Herrera, Roberto
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
En el presente trabajo, se analizaron varios criterios para determinar la calidad o condición fisiológica de larvas y postlarvas de camarón. Las variables analizadas a lo largo del cultivo larvario fueron: composición bioquímica, variables de producción a nivel de desove (numero de huevos y nauplios, porcentaje de fertilización y eclosión) y a nivel de cultivo larvario (supervivencia a distintos estadios), características morfométricas de huevos y larvas, pruebas de estrés a alta concentración de amonio en zoea II y baja salinidad en postlarvas de 2 (PL2) y 20 días de edad (PL20). Para esto se contó con tres grupos de desoves individuales, los cuales conservaron su identidad en todo momento: un grupo de desoves en 1999 a partir de huevo y dos en el 2000 a partir de nauplio.
En primera instancia se estableció el valor de LC50 para 24 horas de exposición al amonio en el estadio de zoea II que fue de 19.4 mg/L. Se encontraron correlaciones significativas entre esta prueba y la supervivencia en los estadios larvarios subsecuentes en la segunda remesa del 2000. Por otro lado, se estableció el nivel de salinidad para ser utilizado en postlarvas de 2 días (PL2), la cual fue de 18 ppm. En la segunda remesa del 2000, se observó una correlación entre esta prueba y la supervivencia en cultivo entre PL1 y PL20. Sin embargo, la prueba de estrés de salinidad en PL20 (exposición en agua dulce) se correlacionó negativamente con la supervivencia a lo largo del cultivo larvario y no se correlacionó con la prueba de estrés en PL2.
Se encontraron correlaciones altamente significativas entre la supervivencia a los diferentes estadios larvarios, en las tres remesas, permitiendo incluso la generación de modelos matemáticos para predecir la supervivencia a postlarva a partir de la supervivencia de zoeas o mysis. El número de nauplios por desove y el porcentaje de eclosión, presentaron alta correlación con la supervivencia en los estadios larvarios, por lo que podrían considerarse como buenos indicadores tempranos de calidad larvaria posterior. Al analizar las variables morfológicas, solo se observaron correlaciones significativas aisladas con otras variables, a pesar de que han sido señalados por diversos autores como indicadores de calidad. En la remesa de 1999 fue posible analizar de manera particular la composición bioquímica de huevos y se observó que los niveles de carbohidratos y lípidos totales fueron significativamente más altos en los huevos que tuvieron desarrollo a postlarva. Sin embargo la composición bioquímica de los nauplios no se correlacionó o se correlacionó negativamente con la supervivencia en cultivo larvario. En conclusión, el mejor indicador predictivo de la supervivencia en cultivo larvario es la supervivencia en los estadios tempranos (por ejemplo zoea). El número de nauplios, el porcentaje de eclosión y la supervivencia a la prueba de estrés de amonio pueden ser usados como indicadores predictivos, aunque se requieren más estudios para verificar su pertinencia. La composición bioquímica de huevo es un mejor indicador del desempeño larvario que la composición bioquímica del nauplio. Finalmente, la prueba de estrés de baja salinidad evalúa características diferentes dependiendo de la edad de la postlarva en la cual se aplica (PL2 o PL20). Al parecer en PL2 esta prueba es más útil como indicador predictivo que en PL20.